Oviedo y los Ovetenses
El nombre de Oviedo proviene del topónimo altomedieval "Ouetdao", documentado en el año 812. Posteriormente aparece como "Oueto" y "Ouetao" en diversas crónicas y una inscripción epigráfica. La forma latina "Ovetum" no se documenta hasta el siglo XII.
Vetusta: Leopoldo Alas "Clarín" la denominó así en La Regenta, criticando el conservadurismo de la ciudad.
Lancia: Armando Palacio Valdés empleó este nombre para retratar una ciudad asturiana con resonancias históricas.
Pilares: Ramón Pérez de Ayala utilizó este seudónimo para representar una Oviedo en proceso de transformación.
Fontán: Sara Suárez Solís adoptó este nombre para reflejar el ambiente social y político de su época en la ciudad.
El reloj de la Caja de Ahorros, en la plaza de la Escandalera de Oviedo, marca cada hora con una melodía especial: entona el himno asturiano, homenaje sonoro a la identidad regional.

Una joven enamorada se despide de su prometido, llamado a la guerra, quien le deja un rosal con la promesa de que solo florecerá si él muere. Durante años, ella reza al Cristo de las Cadenas, su devoción, pidiendo protección para él. Un fraile mercedario le trae sus cadenas y la noticia de su grave estado. La joven, desesperada, las ofrece al Cristo como homenaje. Al volver a casa, ve el rosal cubierto de rosas rojas como la sangre.
Rufo, un cruce de Pastor Alemán y Mastín, cautivó a los ovetenses en los años 80. Tras un encontronazo con otro perro en 1988, fue adoptado por la ciudad. Vivió en la calle, protegido y cuidado por los vecinos y el Ayuntamiento.

Las Paxarines son figuras tradicionales de Oviedo, hechas con miga de pan, huevo y azafrán. Se venden en San Mateo como amuletos contra tormentas, y su origen se remonta al siglo XVII.

La Catedral y sus reliquias
Plantado en un lugar sombrío, creció de forma inusual buscando luz. Según la tradición, proviene del Huerto de los Olivos de Jerusalén y fue traído por un peregrino. Se alza donde estaba el cementerio de peregrinos, ahora reducido a un osario.

En el año 614, los persas, dirigidos por Cosrroes II, invadieron Tierra Santa. El obispo de Jerusalén ocultó el Arca de las Reliquias y, tras varios traslados, llegaron a Asturias en tiempos de Alfonso II el Casto, escondidas en la cueva de Monsacro. Se incluía la casulla de San Ildefonso en el Arca, pero su paradero es incierto. A pesar de diversas leyendas sobre su localización en la catedral de Oviedo, nunca se ha encontrado. Se barajan varias teorías, incluyendo el robo o que nunca existió.
La Catedral de Oviedo alberga una venerada hidra de piedra, considerada una de las seis vasijas que Jesús convirtió en vino en las bodas de Caná, según la tradición. La primera referencia a ella data del siglo XI.

Concejo de Oviedo
Faro es un pueblo con tradición en cerámica desde la Edad Media, destacándose por la alfarería negra. Su cerámica más típica presenta decoraciones en verde, amarillo y negro sobre fondo blanco de estaño, con motivos vegetales y animales, como el pájaro comiendo un pez.
